5 de enero de 2014

Un viaje interior... es mejor que cualquier otro viaje (Parte I)

¿Has viajado alguna vez a algún lugar al que sabes que quizás no volverás?

Por lo lejano del lugar, quizás por lo costoso o dificultoso del viaje. ¿Quizás porque tu destino es de difícil acceso o requiere de cierta preparación física?.

Algunas veces al iniciar un viaje se tiene la sensación de que el viaje que emprendemos se inicia en su momento justo, que están dadas todas las condiciones, a nivel interno y externo. Simplemente sientes que no pudo haber sido antes ni después. Y no estoy hablando de tomar un largo año sabático, puede que esto te pase en un viaje de solo un par de días o una semana. Simplemente vas sintiendo como la vida, tu ser interno, tu mente o como prefieras llamarlo te va acercando a esa experiencia que te va haciendo falta. Pareciera que el viaje nos ayudara a consolidar conocimiento y experiencia en muchos campos de la vida.

En muchas ocasiones nuestro viaje puede llegar a ser más interno que externo:

A mi me ocurre casi siempre con los viajes de montaña, que se convierten en la experiencia más oportuna para valorar la riqueza de mi hermosísima Venezuela y para tomar conciencia de lo dependientes que somo de las comodidades modernas. Los viajes a la montaña nos llevan a nuestras raíces, a nuestra esencia debido a que durante un tiempo solo satisfacemos nuestras necesidades más básicas y nos encontramos mas abiertos a observar lo que se encuentra fuera.

Con los viajes mas urbanos si somos algo sensibles también nos despojamos de los vicios y comodidades que arrastramos en la cotidianidad. También volvemos un poco a lo básico, ubicar donde comer y donde dormir y si somos lo suficientemente perceptivos veremos como esas necesidades artificiales se van alejando poco a poco y nos van devolviendo el espacio que han conquistado. Ese excedente de energía podemos usarlo para adquirir nuevas experiencias.

Yo no tengo idea de como será tu forma de viaje, si viajas en primera clase, vuelo charter o haciendo dedo, con maleta, mochila, con familia o sin ella, si viajas de fin de semana o por toda una vida. Pero te invito a dejar de ser un simple turista, deja de ser una persona que consume el viaje cual producto y permite que la experiencia de viajar te transforme. Abre tu mente a la posibilidad de compartir las costumbres locales. 

En la próxima entrada algunos tips de viaje en este sentido.


Aquí en el Tepuy Roraima (Venezuela) un viaje soñado por años.


 Lagunas de los Páramos Venezolanos (días de caminata y noches de frío para disfrutarlas).

Cuéntame lo que piensas. ¿Son tus viajes más internos que externos?


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